Cómo hacer Fotos en Invierno - Consejos para Aficionados

 

Cada temporada del año presenta a los fotógrafos oportunidades particulares. Es importante conocer las ventajas y desventajas de cada época  para sacar el máximo provecho de la fotografía al aire libre.

El verano es la mejor estación para fotografiar los paisajes marinos, por ejemplo. El otoño se caracteriza por los colores rojo y marrón. Te recomiendo leer : (Cómo fotografiar el otoño). En primavera, el despertar de la naturaleza permite aprovechar al máximo las escenas bucólicas. Pero...

¿Qué pasa con el invierno?

En invierno, salir a tomar fotos se vuelve más complicado. Las temperaturas son muy frías, entonces el viento, la lluvia, el hielo y la nieve te empujan a permanecer en el interior de tu hogar, para estar en calor.

Sin embargo, al hacerlo, se arriesga a perder muchas oportunidades fotográficas valiosas. Son precisamente las condiciones climáticas adversas las que pueden hacer que un paisaje sea particularmente impresionantes.

Si estás comenzando tu aventura con la fotografía o te gusta tomar fotos al aire libre, no te olvides de prepararte primero. Hoy en el Blog club f2.8 Fotografía quiero ofrecerte algunos consejos útiles que pueden ser aplicados por los aficionados de la fotografía y por cualquiera que quiera tomar fotos como si fueran tomadas por un profesional.

Consejos para hacer buenas fotografías en invierno

1. Usa ropa apropiada para la estación del año

Probablemente piensas que este consejo no servirá de nada ya que no tiene mucho que ver con la fotografía. En primer lugar, no te olvides de llevar una chaqueta o abrigo, un gorro de invierno y una bufanda. 

¡No olvides tus guantes también! Lo mejor serían los guantes sin dedos o los adecuados para pantallas táctiles. Los guantes asegurarán tu bienestar físico. 

Por otro lado, recuerda no sobrecalentar tu cuerpo - a veces es mejor sentirse un poco fresco que sentirse demasiado caliente. El sobrecalentamiento puede distraer completamente su atención y no le permitirá concentrarse en tus fotos.

2. Protege tu equipo 

En primer lugar, cuando hace mucho frío, las baterías no funcionan tan bien. Por lo tanto, si planeas pasar mucho tiempo al aire libre (varias horas) asegúrate de que la batería que estás usando está bien cargada. Si tienes una o más baterías extra, cárgalas y tenlas a mano.

Otro peligro oculto son los cambios de temperatura. Si usas gafas, ya serás consciente de este problema. Cuando pasas de un ambiente muy frío a uno mucho más cálido, o viceversa, los lentes se empañan inevitablemente. Lo mismo sucede con los lentes de tus espejuelos.

Este fenómeno aumenta el riesgo de crecimiento de hongos en el interior del cristal del objetivo. Probablemente no sea un riesgo tan grande, pero como es fácil de evitar, puedes tenerlo en cuenta.

Lo mejor es darle tiempo a la cámara para que se aclimate. Normalmente basta con dejarla dentro de la bolsa o mochila en la que lo llevas durante un tiempo, después de que la temperatura haya cambiado.

En invierno puede que te encuentres fotografiando bajo una nieve ligera o en una niebla espesa. Estas son condiciones climáticas que no te molestan mucho, pero la humedad que se asienta en tu cámara puede filtrarse y arruinarla a largo plazo. Recuerda limpiarlo con un paño seco cuando llegues a casa.

Te recomiendo dar una ojeada a este post.

3. Planifica las fotos que quieres hacer

Recuerda que en invierno los días son mucho más cortos que en verano. Así que para tomar una foto de buena calidad tienes menos tiempo que cuando la haces en junio o julio. Por eso es bueno planear con anticipación y encontrar un buen lugar para tomar fotos.

4. Toma tus fotos en formato Raw

Desafortunadamente, esta opción no está disponible para todas las cámaras, sin embargo, recuerda que las fotos en formato RAW son mucho más fáciles de editar y más fáciles de trabajar que las tomadas en formato JPG. Además, no te olvides de llevar una tarjeta de memoria más grande o adicional, ya que las imágenes RAW son más pesadas que las JPG! 

5. Usa el modo manual

La nieve es muy luminosa y al fotografiar en el exterior es muy probable que la foto salga oscura, subexpuesta. Por eso te recomiendo que nunca tomes fotos de la nieve en modo "AUTO" o "Prioridad de disparo".

6. Cuidado con la exposición y la nieve

Cuando hablamos de fotos de invierno, no podemos evitar mencionar la nieve. Una nevada da nuevos y a menudo evocadores paisajes, refleja la luz del sol de una manera a la que no estamos acostumbrados, hace que incluso las fotos de primeros planos de pequeños objetos sean especiales.

Sin embargo, para no arruinar todas las fotos de la nieve, es importante que prestes atención a la exposición. En general, cuando la escena que se está fotografiando es mayormente muy ligera, tratando de reducirla a un gris medio, la cámara reduce la exposición. Esto hace que el blanco se vuelva gris.

Afortunadamente, es fácil evitar este problema: sobreexponer la foto. En los modos semiautomáticos (A, S, Av, Tv) se puede utilizar la compensación de la exposición. Si utilizas el modo manual, sólo tiene que mover el exposímetro hacia las muescas que indican la sobreexposición.

¿Cuánta sobreexposición es correcta? Te preguntaras... Intenta con dos pasos, haz un disparo y evalúa el resultado. Si la nieve todavía se ve gris, súbela más, si se ve quemada (ayúdate también con el histograma para entenderlo), reduce la sobreexposición.

El balance de blancos también podría ser engañado por la nieve. Es por eso que te recomiendo fotografiar en Raw, así podrás editar las fotos sin mucha perdida de calidad. 

7. Busca la mejor luz

Si tienes la costumbre de observar las características de la luz durante el día, no se te habrá escapado que es más agradable en la estación fría. De hecho lo es, y hay una razón científica para ello.

En invierno, la inclinación del eje de la tierra significa que los rayos del sol tienen que atravesar una mayor porción de la atmósfera. Esto implica que se filtran más que en otras estaciones y que algunos componentes "desagradables" de la luz están menos presentes. Además, los rayos son más oblicuos, lo que es una ventaja en muchas fotos.

Si ya has leído el artículo sobre la hora dorada, sabes que entre el amanecer y el atardecer hay un intervalo de tiempo de aproximadamente una hora en el que la luz del sol tiene características que la hacen más agradable estéticamente. Bueno, en invierno la hora dorada se hace más larga, llegando casi a una hora y media. Esto es una bendición para los fotógrafos.

Además, incluso fuera de la hora dorada, el ángulo de los rayos del sol y su menor intensidad favorecen las fotos con iluminación lateral y sombras suaves. Como sabrán, son características muy buscadas, por ejemplo en los retratos.

También hay que tener en cuenta que el aire es mucho más claro en invierno. En las estaciones más cálidas es fácil tener un cielo lechoso o al menos una neblina, debido a la evaporación causada por la temperatura más cálida. En invierno esto no sucede, así que la nitidez de tus fotos se beneficiará enormemente.

Además de tener colores más vivos, los amaneceres y puestas de sol son también un poco más largos en invierno. Así que no sólo tienes más tiempo para capturar paisajes de ensueño, sino que los típicos tonos que todos asociamos con las puestas de sol son aún más intensos.

8. No realices solo fotos a la nieve

No sólo fotografíes la nieve, busca otras oportunidades fotográficas a tu alrededor. Si sólo tomas fotos de la nieve, tus imágenes perderán su originalidad y el efecto final no será el mismo. Deja entrar algo de color, para que tus fotos sean interesantes y originales. Una buena idea sería elegir un patrón en un color contrastado, por ejemplo una bufanda roja.

9. Usa el modo macro para fotografiar los cristales de nieve

El invierno es un momento perfecto para tomar fotos en modo macro. El hielo de las plantas es un espectáculo verdaderamente asombroso. Así que no tengas miedo y descubre la fotografía macro. Captura imágenes más detalladas a distancias más cercanas. No hay nada más divertido y excitante que descubrir, a través de tu cámara, detalles de un sujeto del que ni siquiera te has dado cuenta. 

10. Realiza fotos de la nieve que cae

La nieve que cae es una vista verdaderamente hermosa, sin embargo es difícil capturar toda su belleza en una foto. Si la velocidad del obturador es demasiado lenta, la nieve se verá como rayas blancas que caen del cielo. 

Si la velocidad de obturación es demasiado alta, los copos de nieve aparecerán como puntos blancos en la foto. Lo importante es encontrar el promedio correcto. Es un pequeño detalle, pero un detalle muy importante durante una sesión de foto invernal.

11. Ojo con el contraste

La nieve suele ser un tema no dimensional ya que sólo es blanca o gris. Para superar este problema, asegúrate de que el día está claro y preferiblemente con un cielo azul para eliminar el gris que se produciría en toda la escena en el caso de un cielo nublado.

Cómo fotografiar los copos de nieve

La distancia focal:

La distancia focal de la lente que usas tiene un fuerte impacto en la toma final, sea cual sea el sujeto. Cuanto más larga sea la distancia focal, más compacta será la escena, reduciendo los efectos de la perspectiva.

 Esto funciona bien cuando se fotografían copos de nieve, dando una sensación de múltiples capas a la imagen. Si la nevada no es demasiado intensa y quieres dar una sensación más intensa, una distancia focal más larga puede añadir copos de nieve que caen a 50 o incluso 100 metros de tu lente . Cuanto más larga sea la distancia focal, más "capas" de copos de nieve puedes incluir en tu composición.

En cualquier caso, recuerda que cuando utilizas una distancia focal más larga también reduce la profundidad de campo. Esto significa obtener, en la imagen final, una capa de copos de nieve enfocada con capas delante y detrás que se irán volviendo cada vez menos enfocadas: en definitiva, se creará de esta manera el conocido efecto Bokeh. 

Por otra parte, una distancia focal corta amplifica las distancias pero al mismo tiempo maximiza la profundidad de campo. Disparando con una distancia focal corta y usando una velocidad de obturación lenta, podemos lograr un efecto "manta" con muchos copos de nieve grandes (y alargados) enfocados.

Ambos métodos deben ser probados y al final el resultado está directamente relacionado con tus habilidades o gustos: lo que sugiero es revisar las imágenes echando un vistazo a los datos EXIF para entender cuál  (fue) la mejor combinación utilizada.

La apertura de diafragma:

Los ajustes de la apertura juegan un papel muy importante al fotografiar los copos de nieve. Cuanto mayor sea la apertura, menor será la profundidad del campo. 

Si desea maximizar la profundidad de campo, utiliza aperturas cerradas (como f/11) combinadas con lentes de distancia focal corta, como una lente gran angular.

Las pequeñas aperturas funcionan bien para situaciones extremas, como una ventisca. Sin embargo, ten en cuenta que el uso de una pequeña apertura requiere el uso de una velocidad de obturación más larga o el aumento del valor ISO para obtener una exposición adecuada.

La velocidad de disparo:

La velocidad de obturación puede tener un efecto importante en la imagen cuando se dispara una nevada. A bajas velocidades se pueden obtener copos borrosos o alargados, un efecto que podemos introducir deliberadamente utilizando largas exposiciones y pequeñas aperturas para crear verdaderas franjas de copos de nieve. Por otro lado, si quieres que los copos de nieve aparezcan claros y nítidos, tendrás que usar velocidades de obturación rápidas.

Conclusión

Cómo ves en este post he tratado de darte algunos consejos y sugerencias para que puedas tomar fotos en invierno. Ahora debes poner de tu parte y salir a practicar. Si deseas puedes compartir tus fotos de invierno en nuestro grupo Club f2.8 Fotografía.