Cómo fotografiar los colores del otoño
Con la llegada del otoño, crece entre los fotógrafos el deseo de captar los bellos colores de esta estación, sobre todo los relacionados directamente con el follaje de color rojizo que cubre gran parte de las ramas y el suelo alrededor de los propios árboles.
Al fin y al cabo, la fotografía de otoño es una buena mezcla entre la fotografía de paisaje y la de retrato: si bien nos interesa captar una imagen armoniosa del entorno (las hojas en el suelo o en las ramas con sus colores característicos destacando sobre el cielo azul, por ejemplo), a menudo tendemos a fotografiar el detalle, como la hoja y el arco iris de colores que la caracteriza.
Evidentemente, la luz desempeña un papel fundamental tanto en lo que se refiere a la temperatura (vinculada, por tanto, a la hora del día) como a la dirección.
Esta última, además de estar influida como la temperatura por la hora del día, también está directamente relacionada con el paisaje que la rodea: la luz que se filtra a través del follaje es, de hecho, muy peculiar y a menudo muy difícil de manejar.
Veamos una serie de consejos que pueden ayudarnos a sacar el máximo partido a la fotografía de las hojas de otoño:
1. Busca la luz adecuada
Evita hacer fotos al caer el mediodía En esta época del año, la luz tiende a ser muy plana y los colores de las fotos resultantes pueden ser una decepción. Así que planifique cuidadosamente su safari fotográfico: no sólo para ir al lugar en el día otoñal adecuado (¿quiere las hojas principalmente en el árbol o en el suelo?
¿Con predominio del verde o del rojo?), sino también en el día adecuado. Y si además quieres captar la caída de las hojas, estate atento a la previsión del viento, así como a la metrológica. La luz óptima para las fotografías es principalmente durante las horas de la mañana, así como a última hora de la tarde.
Presta atención a la zona y el clima en los que estás fotografiando. En los climas septentrionales, las hojas cambian de color mucho antes que en los meridionales.
En las regiones montañosas veremos cambios de color en las hojas antes que, por ejemplo, en las tierras bajas. Si estás planeando un viaje largo para fotografiar las hojas de otoño, asegúrate de saber cuál es el mejor momento para empezar el "safari fotográfico".
2. La Iluminación
La iluminación lateral suele dar el mejor color a la imagen final. Cuando estés en la zona de disparo, no te limites a mirar delante de ti y acuérdate de tener piernas.
Si estás en una arboleda, por ejemplo, tendrás infinidad de tomas que hacer, cada una con una luz diferente, así que mira a tu alrededor. Y si quieres fotografiar un detalle pero no te gusta la luz, prueba a moverte al otro lado, probablemente el efecto será completamente distinto.
3: Equipo fotográfico
Contar con el equipo adecuado es un factor muy importante para conseguir buenas fotos. Los dos elementos más importantes para este tipo de fotografía son el clásico trípode y un filtro polarizador de buena calidad.
Este último funciona mejor cuando la luz principal forma un ángulo recto con el objetivo, así que elige bien el ángulo de la foto, así como la hora del día.
Estos filtros son una gran ventaja a la hora de fotografiar hojas, ya que eliminan el resplandor generado por la superficie de las hojas y permiten que el color sea mucho más vivo y vivo. Recuerda siempre que las hojas tienen un poder reflectante muy elevado, probablemente más de lo que cabría esperar.
4. El balance de blancos.
No hay duda de que el balance de blancos tiene un efecto decisivo en el color resultante en la foto final. Si estás en un sotobosque, evita utilizar el ajuste de luz directa: acabarás con colores probablemente apagados.
Ya el ajuste en "nublado" podría ser una buena solución: los colores se acentúan en este modo y la fotografía final tiende a acercarse más a la realidad.
Obviamente, un balance de blancos con tarjeta blanca o gris al 18% podría ser la solución perfecta, pero no olvides el lado artístico: capturar una imagen de hojas rojizas con un "error de balance", quizás desplazado hacia el rojo, podría ser más interesante que capturar una hoja "natural". Si guardas tus fotos en RAW, en cualquier caso podrás actuar sobre el balance de blancos en postproducción.
5. Cuida el ISO:
Si tienes una cámara réflex, puedes subir un poco los valores ISO para conseguir un poco más de luz. Por supuesto, nunca exageres, de lo contrario aparecerá demasiado ruido en la foto.
6. Cuidado con la Composición
Busca algo interesante que incluir en la fotografía, como un río, un tronco quemado, un lago. Pero también una granja en ruinas, un molino de viento podrían ser buenas soluciones: en resumen, intenta no limitar la foto sólo a hojas, ya estén cayendo o en un árbol.
Acompáñalas de imágenes que te recuerden el mismo tipo de situación: un edificio en ruinas, como ya hemos dicho, podría ser el compañero fotográfico perfecto para las hojas otoñales.
No subestimes el verde en tus fotografías: está bien que tu objetivo sea captar los colores clásicos de la estación otoñal (rojo, naranja, amarillo, marrón), pero unas cuantas hojas verdes podrían introducir ese elemento de distanciamiento tan importante para aumentar el interés de la foto y captar la atención del espectador.
7. Close UP
No sólo panorámicas, sino fotos de hojas en primer plano. Las hojas, sobre todo con sus colores otoñales, son auténticas obras de arte con todas las vetas que existen. Evidentemente, no te limites a una sola hoja, sino que fotografía muchas para poder elegirlas después en postproducción.
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