Qué cosa es el formato de imagen RAW y cómo utilizarlo

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¿Qué es el formato Raw y para qué sirve?

El formato RAW es un método de almacenamiento de los datos de una fotografía que no registra pérdidas de calidad durante la grabación en las tarjetas de memoria. RAW es un término inglés que significa 'crudo', 'sin procesar'. Podemos pensar que es básicamente el equivalente digital del antiguo negativo de película. 

Cuando se dispara el sensor, cada diodo individual registra los valores de luminancia, resultantes de la cantidad de luz que incide sobre él. Si se configura para guardar en jpeg, el procesador de la cámara transformará esos datos, procesándolos y aplicando una serie de algoritmos (nitidez, saturación, contraste, etc.). 

En cambio, si se selecciona el formato Raw, se consigue que el software de la cámara no intervenga en modo alguno sobre los datos registrados por el sensor, de forma que éstos se guardan sin procesar en la tarjeta de memoria.

La esencia del formato Raw reside, precisamente, en la posibilidad de evitar que la cámara aplique ningún algoritmo y se encargue de la gestión de este archivo. 

Con la ayuda de un software especial de gestión de archivos Raw, podríamos entonces aplicar infinidad de ajustes a los datos sin procesar registrados en el archivo, que van desde el balance de color, el brillo, el contraste, la amplitud de sombras y luces hasta la saturación global e individual de los colores, sin perder ninguna información sobre el archivo.

Si no ha entendido bien el discurso, un ejemplo "musical" puede ayudarle: imagina que el raw es comparable a la calidad de una escucha de un CD original, mientras que el jpeg es la misma música pero sonando en mp3. Por tanto, el raw "suena" más completo y permite apreciar más detalles y matices.

El corazón de una toma en bruto es, por tanto, el sensor: éste es capaz de "leer" la luminosidad, es decir, la cantidad de luz que entra en la cámara incidiendo sobre su superficie, dejando fuera los detalles relativos al color, al menos desde un punto de vista puramente técnico. 

En cada píxel se colocan pequeños filtros de color (verde, rojo y azul) que cubren la superficie del propio sensor y le permiten liberar la información relativa al color. 

¿Qué-es-un-archivo-RAW?

Sin entrar en demasiados tecnicismos, basta con saber que son unos 12 bits los que la cámara asigna a cada color para su almacenamiento en formato raw frente a los 8 bits reservados para una fotografía jpeg: esto significa que cuanto mayor sea el número de bits, más información se tendrá sobre las fotografías tomadas (hasta 16 bits son posibles).

Sólo para dar una indicación numérica, 8 bits corresponden a 256 tonos de color, mientras que 12 bits a 4.096. Por eso puedes disfrutar de mayores matices con una fotografía sin procesar.

Literalmente, el término raw significa "en bruto", es decir, que la cámara fija la imagen con la información inicial, sin aplicar ningún trabajo de reducción "electrónica" en el momento de tomar la fotografía.

En la práctica, una cámara procesa las siguientes operaciones en secuencia en el momento de disparar, gracias al software que contiene:
  • detecta la luminosidad registrada en el sensor
  • transforma los datos detectados en datos digitales
  • procesa la información según los parámetros establecidos
  • almacena el resultado generando un archivo
Antes del último paso, dependiendo de si el ajuste requiere jpeg o raw, la cámara se configura para guardar el archivo según lo especificado. 

En el caso de jpeg, se realiza alguna corrección automática antes de guardar (sobre la que no tienes control), que tiene la tarea de optimizar la imagen. En cambio, en el caso de guardar en formato raw, no se realiza ningún procesamiento y la imagen se guarda tal y como se tomó.

Te recomiendo leer: Raw vs JPG Cual escoger ?

Ahora que ya sabes qué es el archivo RAW, antes de pasar a ver para qué sirve y qué puedes hacer con él, es importante que sepas cómo visualizarlo.

Aunque parezca curioso, el formato raw no es fácil de visualizar, de hecho necesitas un programa especial para poder ver el resultado de tu disparo, e incluso la pantalla de la cámara, al mostrarte la previsualización, te permite ver una imagen que parece la original pero que en realidad no lo es.

Lo que estás viendo es el resultado de un procesado gráfico. Para ver la imagen en formato RAW, necesitas un ordenador con un programa específico instalado o paquetes especiales de códecs que te permitan ver la fotografía, o puedes utilizar programas de edición fotográfica.

Yo utilizo el programa Adobe Lightroom para ver los archivos RAW.

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¿Por qué es importante disparar en formato Raw?

Configurar tu cámara en RAW y tomar fotografías en este formato te permite beneficiarte de muchas ventajas. Básicamente, la principal ventaja es que puedes trabajar con mayor libertad y eficacia en la postproducción, lo que da como resultado una imagen final más completa e interesante.

Este hecho hace que el formato RAW sea el favorito de todos los fotógrafos profesionales (pero en realidad de todos), ya que es la única forma de sacar el máximo partido a cada fotografía.

Con una toma raw, te pondrás en situación de tener vía libre sobre qué hacer en el postprocesado, actuando sobre muchos parámetros, cosa que no puedes conseguir con una imagen jpeg.

Las ventajas del formato RAW

Como ya te habrás dado cuenta, son muchas las ventajas que te ofrece una fotografía en formato RAW:
  • Balance de blancos: durante la toma puede ser totalmente erróneo, pero puedes recuperarlo totalmente en postproducción.
  • Ruido: ya sabes que subiendo el iso es más probable que generes ruido, sobre todo en fotos nocturnas o excesivamente oscuras. Gracias al formato raw te será más fácil eliminarlo o al menos reducirlo significativamente, limitando la pérdida de detalle de la imagen.
  • Exposición: El formato raw no sólo te permite corregir la exposición global de tu fotografía, sino también actuar sobre elementos individuales dentro de la escena, ajustando aquellos que estén sobreexpuestos y "aclarando" los que estén subexpuestos.
  • Ajustes: los ajustes relacionados con el brillo, el contraste, la nitidez o las curvas de color son más fáciles de gestionar si se trabaja con una fotografía tomada en RAW.
  • Calidad de la conversión: al procesar una fotografía el riesgo de perder calidad, aunque sólo sea ligeramente, es real al convertir. Si trabajas con un raw no tendrás ninguna pérdida.
  • Detalle: el detalle de la imagen será superior en todo. No sólo en los colores, sino también en los contornos. Esto se debe a que, al capturar un rango dinámico más alto, la imagen se caracterizará por una escala de valores más amplia entre luces y sombras, lo que aporta más matices.
  • Color: en lugar del simple sRGB puedes elegir AdobeRGB, lo que da como resultado una gama de colores más amplia y completa.
  • Guardado: puedes ampliar el guardado hasta 16 bits, lo que ofrece aún más posibilidades de posproducción en caso de procesamiento gráfico intenso y completo.
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Las desventajas del formato raw

El formato raw no sólo tiene ventajas, aunque éstas sean la mayoría, sino que también tiene algunas desventajas que conviene conocer.

  • Memoria: el archivo RAW es siempre más pesado que otro formato y, por tanto, ocupa más espacio en la tarjeta de memoria o en el ordenador. Por la naturaleza y la definición original del concepto, esto también parece ser una consecuencia lógica de incluir más información. Que conste que un archivo raw puede grabar el doble o el triple de tamaño que un jpeg normal.
  • Tiempos: los tiempos de escritura en el soporte de almacenamiento son más largos, ya que hay mucha más información que transcribir. Los tiempos más largos son consecuencia directa de un archivo más exigente y de mayor tamaño. Esto significa que, en el caso del disparo en ráfaga, se ralentizará por el tiempo que tarda la cámara en almacenar y guardar el archivo RAW. Aunque este problema es algo limitado en una buena réflex, otras cámaras pueden estar en "espera" hasta 12-15 segundos antes de estar listas para una nueva toma. Incluso al abrir un archivo RAW en el ordenador se tarda más. El tiempo también es más lento cuando se transfieren imágenes de la tarjeta de memoria de la cámara al ordenador.
  • Postproducción: es cierto que un archivo en bruto se presta mejor al tratamiento informático, pero el riesgo es el de querer alcanzar una perfección maníaca, "perdiendo" el tiempo delante del monitor y el teclado. Recuerda siempre que cuanta más calidad tenga la toma desde el principio, menos tiempo tendrás que sacrificar en la fase de procesamiento gráfico.
  • Software específico: como ya se ha escrito, abrir un archivo raw no es una operación inmediata y requiere un programa específico. Mi consejo es que utilices Adobe Lightroom  o Luminar para realizar esta operación.
Además de abrir el archivo, Lightroom también te permite procesar de forma rápida y sencilla tus archivos disparados en formato RAW.

¿Para qué NO sirve el formato Raw?

Lee bien este párrafo porque corresponde al de un prospecto farmacéutico en el que se expresan los efectos secundarios de un producto.

El raw es sólo una forma de obtener una imagen con más información y ya está. No pienses en nada más porque con el raw no conseguirás nada más.

El formato raw no es un método para obtener automáticamente magníficas fotos. Puede que luego te ayude a mejorar si le dedicas tiempo, puede que te permita captar algunos matices más, pero si una fotografía es mediocre en jpeg también lo será en raw.

Una fotografía raw se hace igual que una jpeg y su nitidez vendrá determinada por los parámetros de disparo, la óptica utilizada y la calidad de los objetivos, pero el formato no puede influir en estas variables.

Los valores iso, el enfoque y el tipo de exposición no pueden verse afectados por el formato raw y no pueden modificarse de ninguna manera: si una fotografía se tomó a 3.600 iso, desenfocada y subexpuesta 1 stop, se quedará así.

El raw no te permitirá recuperar nada y encontrarás los mismos defectos que verás en una toma jpeg. En postproducción puedes intentar conseguir una mejora más o menos leve, pero no podrás intervenir sobre los parámetros.

Procesamiento de imágenes en formato Raw

Como ya habrás entendido, el formato RAW permite procesar imágenes con un programa de edición fotográfica (como Photoshop, Adobe Camera Raw o Lightroom).

El software captura la imagen, calcula los componentes de color, forma el archivo gráficamente (los bits mencionados anteriormente son importantes en esta fase), convierte algunos parámetros y lo guarda en formato RAW. Esto es lo que ocurre dentro de tu cámara en el momento de hacer una fotografía, y el software tiene que hacer lo mismo para que puedas visualizar tu imagen en el monitor del ordenador.

A partir de esta etapa puedes comenzar el procesado, corrigiendo una innumerable cantidad de parámetros y errores, como la aberración cromática, el viñeteado, la asfericidad de ciertas partes de la imagen, las zonas de sombra, el ruido, interferencias varias y efectos de luz, además de actuar sobre los parámetros más clásicos de la fotografía.

Conclusión

Disparar en RAW es un compromiso porque te lleva más tiempo y necesitas una tarjeta de memoria grande y de alto rendimiento, sobre todo a la hora de escribir datos.

Quizá merezca la pena dedicar algo de tiempo a ajustar la cámara en otros aspectos, como los parámetros de disparo, intentar averiguar cómo encuadrar una panorámica o un sujeto, o dedicarte a buscar un ángulo especialmente llamativo para conseguir una foto estupenda e impactante.

Si te estás acercando al mundo de la fotografía, el consejo es que dejes por ahora el raw y dispares en jpeg intentando hacer el mayor número de fotos posible para familiarizarte con el ABC del tema, familiarizarte con tu cámara, entender el significado del balance de blancos, la saturación o los distintos tipos de enfoque posibles. 

Capta las diferencias entre una distancia focal y otra, haz tuyo el concepto de profundidad de campo y estudia las escenas en el firmware de tu cámara y deja el formato raw para quien realmente lo necesite.

Si, por el contrario, ya sabes todas estas cosas y sientes que eres un experto en fotografía, o que has alcanzado un buen nivel, entonces el raw podría ayudarte a dar ese paso extra, pero sólo si tienes un buen programa de edición fotográfica, sabes usarlo o quieres aprender a usarlo.

Terminemos con un aspecto especialmente curioso y aún poco claro: el formato raw es comparable al negativo de una película fotográfica antigua, y de hecho muchos lo describen como el equivalente a un negativo digital.

Sin embargo, si el negativo era algo físicamente tangible, el negativo digital no es exactamente así, ya que en realidad es un conjunto de datos. 

Últimamente se está desarrollando un debate sobre el valor legal y los derechos de autor de las fotografías digitales, con una corriente de pensamiento que defiende que el formato en bruto ofrece más protección. 

De hecho, no cabe duda de que quien posee la fotografía en formato raw puede ser el propietario y autor de la imagen, el que la tomó, y gracias a la cantidad de datos que contiene y a partir del análisis de los datos EXIF de la imagen, es posible emitir juicios sobre cualquier tratamiento posterior.



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