Fotografía en Movimiento - Cómo fotografiar el Ballet

Consejos para fotografía de Danza 

La razón por la que mucha gente se siente atraída por la fotografía es su capacidad para comunicar una idea, un pensamiento, un sentimiento. La escritura, el habla e incluso la música dependen directamente del lenguaje. 

La fotografía, en cambio, no tiene nada que ver: una imagen es la misma estés en Nueva York, Milán o Pekín, no hace falta traducirla. 

Y como la fotografía, hay otro arte que basa su comunicación en imágenes, en formas: la danza. Y en este artículo intentare establecer las bases para unir estas dos artes, la fotografía y la danza, con el fin de crear imágenes que puedan combinar lo mejor de ambos mundos.

Partamos de la base de que fotografiar un ballet requiere mucha, mucha práctica, y no tanto por la calidad de la imagen que se quiere captar, sino sobre todo por ser capaz de comunicar, con una imagen demasiado estática, algo que se expresa a través del movimiento.

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Fotografías de ballet y equipo para hacer las mejores fotos en movimiento

La réflex, en este caso, marca la diferencia. Combinada con una iluminación especialmente buena. 

Los ballets se realizan a menudo en teatros o en entornos donde la iluminación no es precisamente alta (de hecho, a menudo se trabaja en penumbra), por lo que tener entre manos una cámara que pueda trabajar a ISO altos sin producir demasiado ruido es una ventaja indudable (a menudo te encontrarás utilizando valores ISO extremos, en los límites de la gama de tu cámara Reflex).

Otro parámetro muy importante a tener en cuenta es la posibilidad de hacer ráfagas de fotos muy rápidas: el ballet es movimiento y para estar seguro de captar la imagen que tienes en mente, sin duda tiene sentido hacer cada vez más fotos en secuencia. 

En la práctica, si quieres especializarte en la fotografía de ballet o de danza en general, mi consejo es que te equipes con una buena cámara réflex full frame, como la Nikon D800 (desde luego, no es barata).

Lo mismo ocurre con la óptica: debes buscar objetivos que puedan proporcionarte mucha luz, procurando no utilizar objetivos por encima de f/2,8. 

Un valor que, si se encuentra fácilmente en las ópticas fijas, se encarece especialmente en los teleobjetivos, probablemente necesarios para captar los detalles de la representación (hay que considerar al menos un 85 mm). 

Cuidado con los objetivos gran angular: estos objetivos, por un lado, proporcionan una buena luminosidad, pero por otro crean distorsiones (sobre todo si se fotografía desde debajo del escenario) e imágenes con una perspectiva poco realista (la bailarina fotografiada aquí, por ejemplo, tiene las piernas desproporcionadas con respecto al resto del cuerpo).

La Iluminación 

El mayor reto para muchos fotógrafos es la iluminación. Como ya he mencionado, el equipo fotográfico ayuda, pero es importante comprender algunos aspectos básicos de cómo interactúa la luz (luz de escenario) con tu cámara. 

En primer lugar, tienes que evaluar el color de la luz, es decir, la temperatura del color (balance de blancos) y el color percibido. Todas las fuentes de luz artificial producen una luz que no es exactamente blanca (por ejemplo, los fluorescentes son algo verdes, las luces de tungsteno tienden al naranja...). 

Nuestros ojos se acostumbran a la dominante de color de la luz, equilibrándola y permitiendo a nuestro cerebro evaluar la escena "como si estuviera correctamente iluminada".

Si tu cámara lo permite (todas las réflex lo hacen), te sugiero que vayas a la configuración del balance de blancos y ajustes manualmente la temperatura del color (en Kelvin o simplemente K). Los números más bajos son para una luz más naranja o roja, los números más altos son para una luz más blanca o azul.



A menudo, sin embargo, las luces de escenario se fechan con filtros de colores para obtener intencionadamente un color determinado que dé a la escena un efecto dramático. Las luces con filtros, sin embargo, no se llevan bien con las cámaras digitales, ya que éstas tienden a saturar este tipo de luces, lo que da lugar a escenas poco naturales e incluso con pérdida de detalle en las zonas bien iluminadas.

En todos los casos en los que estés en presencia de luces apantalladas con filtros de colores, recuerda ir a los ajustes de la cámara para reducir la saturación al máximo.

La Profundidad

A veces, una sola bailarina en una pose determinada sobre un fondo desnudo puede generar mucha "fuerza" (en términos de sentimiento), pero a la larga puede resultar aburrido. Imagina un libro de fotos de ballet en el que todas las fotos se centran en una sola figura: a la quinta foto probablemente cerrarías el libro. En la fotografía de ballet, como en muchos otros tipos de fotografía, crear capas puede marcar la diferencia.



Busca algo interesante en primer plano, pero recuerda siempre llenar el fondo con otros bailarines u otros elementos (por ejemplo, decorados, un coro u otros bailarines que formen una coreografía detrás del sujeto). 

No dispares sólo de frente (corres el riesgo de obtener fotos planas), sino que muévete hacia el lado del sujeto: así tendrás muchas más posibilidades de crear sensación de profundidad en la toma (¿te has dado cuenta de que muchas fotos de ballet están tomadas de lado? No es casualidad).

El Movimiento

Retratar el movimiento no es una cuestión sencilla en fotografía, y en ballet las cosas se complican aún más, sobre todo si no tenemos una sensibilidad muy desarrollada. 

De hecho, es esencial entender cómo "funciona" un ballet, quizá el mismo que se está fotografiando: ser capaz de fotografiar el momento en que un bailarín da un salto, por ejemplo, permite dar a la fotografía una sensación de movimiento de la que carecería si se tomara la foto un instante antes o poco después de aterrizar (y para ello se necesita una cámara capaz de manejar ráfagas muy altas de fotografía).



Una segunda forma de conseguir movimiento es utilizar una velocidad de obturación algo mayor y generar así un "desenfoque" que nos dará la sensación de movimiento. 

Lo ideal sería hacer un paneo siguiendo al sujeto y acabar con un fondo desenfocado, pero lo contrario (fondo enfocado y sujeto desenfocado) también podría ser una buena solución.

Una tercera modalidad consiste en capturar varias imágenes de la bailarina en la misma fotografía. Esta técnica es sencilla en el caso de que dispongamos de flash, pero especialmente compleja cuando no podemos utilizar el flash. 

Si dispusiéramos de flash, simplemente mantendríamos el diafragma abierto durante mucho tiempo y enviaríamos destellos cortos en secuencia: el sensor quedaría impresionado por la luz reflejada por la bailarina cada vez que recibiera el impacto de la luz, creando así el efecto final.

Una cuarta técnica consiste en generar una sensación de movimiento en el observador integrando varios sujetos en una misma toma. Si fotografiamos a dos bailarines que, por ejemplo, tienen el cuerpo estirado el uno hacia el otro, daremos la idea de un contacto inminente en la mente del observador que "imagina" el movimiento.

El momento

Aunque el movimiento, la iluminación y la profundidad suelen ser conceptos que se aplican a la mayoría de las imágenes, hay otras pequeñas cosas que pueden tenerse en cuenta de vez en cuando.

La primera de ellas es un buen momento. Esté atento a las pequeñas cosas. Pueden estar lejos de la escena principal: un bailarín cansado descansando, una mueca de dolor, en fin, cualquier cosa que sea especial y fuera de lo ordinario y obvio en el propio ballet.

Las posturas



Muchas formas de danza se basan en diferentes posturas que duran breves momentos. Mantente atento a estas poses. 

Para congelar una acción concreta de un tienes que fijar una velocidad de obturación muy alta: tendrás problemas tanto con la luz (escasa) como con el momento perfecto de la toma. 

Para poder fotografiar poses particulares, especialmente si están en vuelo, recuerda subir el ISO al máximo y activar el modo ráfaga de la cámara, intentando hacer la primera foto al principio de la pose. No es una tarea fácil que probablemente no dé resultados alentadores a la primera.

El detalle

Ten en cuenta que la danza es una experiencia que implica a todo el cuerpo humano (del bailarín) y que un cuerpo se compone de muchas partes. No tengas miedo de centrarte en un movimiento específico de las manos o en una posición concreta de los pies.


Conclusión 

Intenta reunir todos los consejos de este artículo: dale profundidad a la escena, desatura los colores e intenta evitar los planos gran angular desde debajo del escenario. Busca el movimiento, quédate en un detalle o considera la coralidad de la escena. No subestimes el fondo y ten cuidado con las cosas fuera de lo común. Sobre todo, practica mucho para conseguir buenas fotografías.

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