Consejos para realizar fotografía publicitaria

¿QUÉ ES LA FOTOGRAFÍA PUBLICITARIA?

La expresión "fotografía publicitaria" se refiere al tipo de fotografías para publicidad que se solicita y utiliza en una empresa con fines comerciales. 

Más concretamente, se refiere a la toma de imágenes para folletos, prospectos y diversos tipos de material que una empresa utiliza para presentar y describir un producto o servicio, para destacar sus puntos fuertes y cómo se puede utilizar, o para darlo a conocer con los medios disponibles.

La fotografía comercial está en el centro de una estrategia de comunicación corporativa de éxito. Desde la creación de imágenes corporativas hasta la documentación de determinadas fases de producción o la publicidad, la fotografía puede ayudar a una empresa a contar mejor su historia, su producto o su servicio.

Para obtener las imágenes, la empresa puede ponerse en contacto directamente con fotógrafos profesionales especializados en este tipo de fotos, o recurrir a una agencia de publicidad que actúe como intermediaria. 

En este último caso, suelen participar en la sesión fotográfica tanto un representante de la empresa (por ejemplo, el director de marketing) como de la agencia de publicidad (normalmente, el director artístico).

Las imágenes creadas pueden imprimirse, publicarse o transmitirse por medios digitales. Cada sesión fotográfica se adapta al medio o canal de comunicación al que va destinada: material corporativo impreso, campañas impresas o web, stands en ferias, canales sociales.

¿Cuántos tipos de fotografía publicitaria existen?


Los campos de aplicación de la fotografía publicitaria son diversos. He aquí los más comunes:
  • Still-life. Fotografía publicitaria de objetos
  • Fotografía industrial. Fotografía de estructuras arquitectónicas, edificios, empresas y oficinas
  • Publicidad. Se trata de la creación de una imagen diseñada en total sinergia con el mensaje publicitario. En este caso, la imagen -al igual que el mensaje- tiene por objeto captar la atención del espectador y, de este modo, incitar al consumidor potencial a la compra.
  • Fotografía de alimentos. La fotografía de productos alimentarios.

Consejos para crear buenas fotos publicitarias 

Tienes que ser técnicamente perfecto

El mercado de la fotografía es especialmente competitivo y tomar imágenes técnicamente perfectas es una necesidad, una obligación. Probablemente, con los ojos de un fotógrafo, una foto con la imagen ligeramente "desenfocada" puede llegar a impactar muy profundamente (emocionalmente) al espectador. 

Por desgracia, los editores de fotos y los compradores en general no son fotógrafos y piensan diametralmente opuesto. Evalúan la obra objetivamente, analizando los distintos detalles de la imagen sin dejarse llevar por las emociones. Así que recuerde, al presentar su trabajo, presentar una toma técnicamente correcta. Una exposición correcta, un enfoque correcto y la ausencia de artefactos son un buen comienzo.

Las fotos llamativas son fotos sencillas

Nueve de cada diez veces, la gente prefiere una imagen sencilla y limpia. El cerebro del espectador necesita comprender en unos instantes lo que tiene delante, lo que está mirando. Si el ojo tiene que recorrer distancias muy largas para analizar una foto, perderá interés y, por tanto, será menos atractiva para la venta. 

Prueba un ejercicio muy sencillo, elige tus 10 fotos favoritas y analízalas. ¿Qué le gusta de ellas? Probablemente la mayoría de las imágenes sean tomas limpias y sencillas, mientras que las más complejas son aquellas en las que tienes un vínculo emocional con el sujeto. Lástima que el editor no tenga el mismo apego emocional y probablemente encuentre la foto "aburrida".


Fotografía conceptual

Cuando hagas fotos para venderlas a una revista, intenta siempre evaluar el entorno que estás fotografiando y evita perderte en pequeños detalles. Pongamos un ejemplo y consideremos la comisión de una agencia de viajes que quiere animar a sus clientes a visitar un lugar determinado, por ejemplo una estación de montaña donde es posible ir en trineo. 

¿Qué fotografiaría? Mucha gente se centraría en una foto de un trineo tirado por perros intentando captar la alegría y felicidad de las personas que lo conducen o el esfuerzo de los perros que tiran de él. 

Y esto sería un error, ya que una foto así es muy subjetiva y está directamente relacionada con los sentimientos del fotógrafo. 

Por el contrario, una foto mucho más grande en la que se inmortalicen los picos de las montañas, los árboles cubiertos de nieve, el sol en el horizonte y, como tema secundario (quizá en una esquina de la foto) el trineo tirado por perros, tendrá muchas más posibilidades de ser aceptada por la agencia que encargó el trabajo. 

En una foto así, el trineo aporta perspectiva mientras la toma comunica los conceptos de grandeza, belleza y soledad de las montañas. Una foto así atrae a clientes potenciales que quieren escapar del estrés de la vida cotidiana.

Busca las tendencias

¿Te haS fijado alguna vez en que todos los años hay alguna moda o tendencia que parece acaparar los titulares de los medios de comunicación? A veces se trata de una noticia, de política o de una nueva tecnología. 

¿Recuerdas cuando salió el primer iPad? Fue un caos entre los fotógrafos, con miles de solicitudes de fotografías de personas utilizando iPads, de todas las edades. El iPad era toda una novedad y las fotos en él se pagaban muy caras, sobre todo al principio. Y hoy en día este principio no ha cambiado: la gente comprará imágenes que capten las tendencias actuales.

Crear algo único


Una forma segura de crear imágenes que vendan es capturar algo que nadie haya fotografiado todavía. Básicamente, hay que intentar eliminar a la competencia. Por supuesto, esto es muy difícil de hacer, ya que casi todos los símbolos, paisajes, vistas, objetos y personas han sido fotografiados más de una vez. 

Si haces una foto con la misma toma que ya han hecho muchos otros, te verás obligado a competir contra miles de fotógrafos y sus obras, lo que dificultaría mucho nuestras ventas.  Sin embargo, existen algunos métodos para hacer que nuestra imagen sea "única". En primer lugar, intenta encontrar un ángulo único para tu foto. 

Explore las vistas aéreas o prueba a tumbarte en el suelo. En segundo lugar, intenta tener una luz única. Intenta hacer una foto cuando las nubes cargadas de agua cubran amenazadoramente el cielo o mientras llueve, sin duda tendrá muchas más posibilidades de conseguir una toma única que cuando el sol está alto y brilla en el cielo. 

Si el sujeto es más pequeño, intenta crear tu propia luz añadiendo un flash. Además, intenta fotografiar un acontecimiento que nadie haya fotografiado todavía: camina siempre con una cámara a mano para estar preparado para captar cualquier imprevisto que pueda ocurrir a tu alrededor: un animal raro, un accidente, una escena dramática o una puesta de sol con colores extraños.

Capta las emociones

Una buena manera de incitar a alguien a comprar nuestro trabajo es captar las emociones. Captar una emoción que impacte al comprador no es fácil, ya que se trata de un elemento subjetivo. Deberías ser capaz de recordar experiencias pasadas que pueden arrancar una emoción positiva a un gran número de personas. Por ejemplo, un niño jugando en un columpio podría ser un buen punto de partida para un gran número de personas.

Busca siempre la mejor luz

¿Qué imagen comprarías para colgar encima del sofá? ¿La imagen de un alce pastando cerca de un lago al sol del mediodía, con una luz tan en el azul y dura o la misma imagen pero con el sol en el horizonte tan con una luz en el rojo y suave? Probablemente elegirías esta última opción. Crear imágenes con luz favorable es crucial. 

Si fotografías paisajes, hazlo siempre al amanecer o al atardecer para conseguir una buena luz. Si haces retratos, utiliza la luz natural y la artificial con prudencia para resaltar o cubrir detalles de la cara del sujeto y, tal vez, utiliza una caja de luz para suavizar aún más la luz. En cambio, si eres fotógrafo deportivo, necesitarás una luz muy fuerte y dura para captar mejor la acción del deportista.

Pon atención a los colores


Al igual que con la luz, busca colores que puedan combinarse y crear una imagen interesante. Por ejemplo, si estás fotografiando en la nieve, resalta cualquier cosa azul como un lago y satura el mismo color azul (azul significa frío e invierno) en la nieve para hacer la toma más "dramática". 

Añadir un poco de color a los paisajes saturándolos hace que las fotografías sean más interesantes y, por tanto, más vendibles, aunque al hacerlo nos alejemos de la realidad. 

A los compradores no les importa que los colores no sean reales; al contrario, la saturación del rojo en las fotos de puestas de sol puede hacer que la foto sea "única", como si esa puesta de sol fuera única. Por otro lado, sin embargo, los periódicos tienen normas estrictas sobre cualquier manipulación de las imágenes publicadas: siempre debes decidir de antemano a quién ofreces tu fotografía.

Conoce a tu sujeto

Una forma de mejorar las posibilidades de crear imágenes vendibles es conocer el tema. Pide información a cualquier fotógrafo deportivo y te dirá de forma muy precisa (cuando sea posible) dónde y cómo se desarrollará la acción crítica del deporte que está fotografiando. 

Recuerda también que la fortuna favorece al que está preparado: no vayas a lo loco, pero documéntate siempre. Por ejemplo, en una carrera de Fórmula 1, tiene más sentido situarse cerca de una curva muy lenta que en mitad de la recta, ya que en esta posición es probable que se produzcan accidentes o adelantamientos. Y tiene sentido concentrarse más al principio de la carrera, cuando sube la adrenalina, que al final.

Pero, ¿quién es y qué hace un fotógrafo publicitario?

Un buen fotógrafo publicitario es capaz de captar la esencia de un producto, empresa o marca y comunicarla a través de una toma. Puede sonar simple o incluso reduccionista, pero el trabajo de un fotógrafo publicitario es extremadamente meticuloso y se basa en una cuidadosa planificación.

Comienza con una reunión estratégica con el cliente, tanto para reducir el riesgo de sorpresas en la entrega de las fotografías finales como para comprender plenamente las necesidades del cliente. 

El fotógrafo, de hecho, debe tener absolutamente claro el sesgo comunicativo con el que la empresa quiere dar a conocer su producto, el tipo de imagen que quiere utilizar y los mensajes que quiere transmitir.  

Por tanto, comienza con una idea, algunas indicaciones aproximadas proporcionadas por el cliente o, en el caso de empresas con presupuestos más elevados, la colaboración con un director artístico.

A menudo, sin embargo, al fotógrafo publicitario se le deja libertad para expresar su arte y creatividad. No es raro empezar con una idea básica y acabar desarrollando algo completamente distinto, con mayor impacto, normalmente mucho más eficaz a efectos de comunicación de marketing.

Además del aspecto puramente estratégico, cuentan mucho los conocimientos técnicos, que distinguen a un buen fotógrafo publicitario de un aventurero improvisado: la elección de los objetivos, la localización, las composiciones que debe crear y sus dotes de posproducción. Se trata de un trabajo minucioso que sólo puede realizar un verdadero profesional. 

No olvide que las imágenes de mala calidad, de las que está llena la web, pueden hacer que un producto se parezca a muchos otros, mientras que una fotografía excepcional con atención al detalle atraerá la atención de todos y es poco probable que el comprador potencial la olvide.

Podemos decir que una buena fotografía puede marcar la diferencia y ser decisiva para el éxito o el fracaso de una campaña publicitaria.

El poder de la fotografía en la sociedad de consumo

La fotografía representa un arma extremadamente eficaz en la sociedad posmoderna o de consumo, en la que el consumo ocupa un lugar central y el principal objetivo de las empresas y corporaciones que operan en los sectores más diversos es interesar y atraer al consumidor para hacer frente a la competencia. 

Los estudios más actuales dan por superada la idea de un consumidor alienado, víctima de un sistema globalizado acuciante, abrumado por infinidad de estímulos, al que hay que atraer produciendo necesidades más que bienes. 

Las necesidades han sido suplantadas por los deseos que, a su vez, han dado paso a las experiencias. El consumo adquirió primero un valor simbólico (los objetos se revisten de significados en función de los contextos en que se sitúan y de las referencias que el sujeto utiliza para atribuirles sentido) y, más tarde, un valor vivencial (porque representan una experiencia). 

Atraer al consumidor de hoy exige crear experiencia, implicarlo emocional y sensorialmente en una movilización global de los sentidos. En la llamada "zona experiencial del consumidor", las emociones y los sentimientos actúan junto a la razón.

Partiendo de esta rápida reflexión sobre los patrones de consumo de nuestra sociedad, se puede comprender lo fundamental que es la imagen fotográfica para captar al consumidor. 

Sea lo que sea lo que representa (un edificio, un entorno, un alimento, una prenda de vestir o una joya, una prenda desgastada o una naturaleza muerta), la fotografía, si está bien estudiada en términos de luz, color, encuadre y perspectiva, tiene la capacidad de crear emociones, tocar fibras profundas, traer recuerdos olvidados, encender deseos, provocar un fuerte sentimiento de identificación.


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