Cómo Evitar y eliminar los hongos en las lentes

Casi seguro que muy pocos de ustedes habrán oído hablar de los hongos de las lentillas  de los objetivos fotográficos y de cómo eliminarlos, pero es una realidad a la que hay que enfrentarse en climas húmedos. 

Los hongos en las lentes se desarrollan cuando la humedad queda atrapada dentro de la propia lente. Su efecto es tanto óptico, en el sentido de que aparecen zonas más oscuras en la fotografía como si hubiera una "nube" en la escena, como mecánico, en el sentido de que pueden dañar la lente. 

Al principio, el hongo echa raíces en el cilindro del objetivo y luego se extiende hacia el centro de la lente, alimentándose de las partículas de polvo que entran y se acumulan en el objetivo. 

La mejor forma de evitar que el polvo y los hongos entren en el objetivo es mantener la cámara y los objetivos limpios, guardados en recipientes herméticos junto con bolsas de gel de sílice, que absorben el exceso de humedad. 

Por supuesto, siempre debes programar ciclos periódicos de limpieza del objetivo para eliminar cualquier depósito de polvo o grasa que pueda favorecer la proliferación de hongos.

Guárdalos en un lugar seco

Evite que los hongos arraiguen en tus objetivos guardándolos siempre, junto con el resto del equipo fotográfico, en un lugar fresco y seco. 

Si vives en una zona húmeda, equípate con recipientes herméticos y pequeñas bolsas de gel de sílice que absorben la humedad (esas bolsas blancas que venían en el embalaje original de los objetivos y que suelen encontrarse en cualquier paquete de aparatos electrónicos. 

En caso de que no tengas ninguna a mano, puedes encontrarlas por unos céntimos en cualquier tienda de material fotográfico. Recuerda también cambiarlas periódicamente, ya que pierden su eficacia a medida que absorben humedad. 

Algunos tipos de paquetes de gel de sílice son reutilizables después de secarse en un horno a baja temperatura: cuestan un poco más (sobre todo porque el envoltorio exterior es más caro que el simple papel) pero sin duda son más funcionales. 

Recuerda también que es esencial dejar que tu equipo se seque al máximo antes de sellarlo. Recuerda también que los hongos tienden a desarrollarse muy rápidamente, en menos de una semana por término medio, así que procura no olvidarte nunca de cuidar tu equipo.

Utiliza una bolsa de plástico

Si está lloviendo en el exterior y quieres aprovechar a toda costa los grandes reflejos que ofrece la lluvia, coloca la cámara (sí, aunque esté tropicalizada) y el objetivo en un recipiente hermético, como una bolsa de plástico (de las de comida). 

Haz un corte en el fondo de la bolsa del tamaño del objetivo para que el cristal frontal quede en el exterior y "cierra" la bolsa con una goma elástica en el propio cuerpo del objetivo. Una vez en casa, seca la bolsa antes de sacarla. 

Por último, no guardes tu cámara en bolsas de piel, donde pueden crecer hongos con facilidad y acabar dañándola.

Eliminación de los hongos del objetivo

Si la cámara ha sido atacada, hay que actuar para eliminar los hongos del objetivo. Es necesario actuar con rapidez porque algunos hongos segregan ácido que ataca la capa protectora del objetivo.  

Los hongos también pueden grabar el cristal y dañar irreparablemente la lente.  Existen algunas mezclas que podemos preparar para eliminar los hongos de las lentes: una muy sencilla es a base de peróxido de hidrógeno mezclado con amoníaco (agua y vinagre, trivialmente). 

Utiliza un algodón o un bastoncillo para actuar directamente sobre la zona afectada, siempre con cuidado de no ejercer demasiada presión para no dañar la lente.

Accesorios imprescindibles para el cuidado de tus lentes 

(Colaboración pagada )

 

 Conclusión

El mantenimiento de los objetivos es una inversión. Especialmente si te has gastado mucho en cámaras y objetivos, no tiene sentido que los olvides en un cajón y sólo los saques cuando quieras utilizarlos. Tienes que cuidarlos a intervalos regulares y seguir unas sencillas normas de almacenamiento. Y, cuando ocurra algo, actúa de inmediato, ya sea eliminando los hongos del objetivo o apretando un pequeño tornillo.